Los avances tecnológicos indudablemente nos proporcionan más comodidad y seguridad, los teléfonos y aplicaciones cada vez son más rápidos y con mayor capacidad.
El montañismo como actividad deportiva o de esparcimiento también se ha visto influenciada por la tecnología.
Los relojes con GPS, contadores de calorías altimetría, clima en fin una serie de datos e información vital para el disfrute del deporte.
En esta gama tecnológica nos encontramos las apps que permiten «bajar» rutas y recorrerlas, estas aplicaciones ofrecen muchas ventajas como precisión distancia o altimetría.
Sin embargo he visto que las personas que practican deportes al aire libre depositan su seguridad en estas aplicaciones, muchas veces no se cuestionan si tiene algún margen de error o bien que sucede si se pierde comunicación o simplemente se acaba la batería.
Entender la montaña.
En ocasiones comparo esta forma de comportarnos de forma dependiente con la tecnología como las personas que utilizan Excel sin saber los principios básicos de finanzas o contabilidad, se pueden seguir los pasos para introducir cierta información en la fórmula, pero entender que pasa atrás de esa fórmula e interpretar datos es otro tema.
Por esa razón esta bien utilizar apps para navegar en montaña, pero primero es recomendable saber leer mapas, entender una brújula y saber medir curvas de nivel, aspectos básicos y sencillos que nos evitarán dolores de cabeza cuando falle la tecnología.
En la UCR ofrecen cursos de verano sobre montañismo, ahí se aprende rápido y sencillo a leer mapas, curvas de nivel y la utilización adecuada de la brújula.
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